ANDRÉS HERRERA
JOYAS.
Una lista
El gesto, la huella de mis manos sobre la cera o de la tinta tiñendo el papel.
Superficies que invitan a ser tocadas, joyas pasadas de mano en mano.
Los gabinetes de curiosidades. La decoración grotesca.
Fragmentos de bronce.
Joyas que son presagios.
Un interior Art Nouveau. Tritones barrocos.
Una pata de jaiba encontrada en la playa.
Huiro seco.
Cortezas, cáscaras, pieles metálicas. La textura de la madera.
Loque el mar dibuja en la arena.
Arqueólogas descubren una tumba suspendida en el espacio exterior.
Una playa de piedra blanca.
Besos al aire libre.
Ágatas, cuarzos, caracoles tallados.
Un misal Bizantino. Un jade Olmeca.
Un piquero en el río.
Estudié Artes visuales en la Universidad Católica de Chile, en Santiago, ciudad en la que vivo y trabajo.
Durante los últimos 15 años he trabajado de fotógrafo e ilustrador, tanto en proyectos propios como para distintas publicaciones y medios.
Hoy intento construir objetos de una belleza rara, fragmentaria, a medio camino entre lo marino y lo mineral. Tesoros hechos con las manos, sensuales, que inviten a ser tocados. Anclados tanto en la investigación de diferentes técnicas creativas como en mi enamoramiento por la historia del arte y del diseño del pasado.